El "Arquitecto de Nueva York". El sobrenombre se lo puso el diario The New York Times a Rafael Gustavino, con tan solo 66 años, después de una vida digna de novela y de construir algunos de los edificios más importantes de la historia de la arquitectura de Estados Unidos.
El escritor, Javier Moro nos invita a conocer con su libro, A prueba de fuego, la figura de Guastavino, maestro de obras y arquitecto valenciano que triunfó en EE.UU a finales del siglo XIX, desde el punto de vista de su hijo y sucesor, la gran obra de su vida.
Guastavino, triunfó en Nueva York rompiendo barreras y prejuicios, sin hablar inglés (nunca lo aprendió), y con el estigma de ser inmigrante. Y lo hizo gracias a sus técnicas innovadoras de construcción con bóveda tabicada, lo que, en contraste con la construcción mecánica por gravedad, reducía el uso de cimbras, eliminaba la madera (un punto muy a favor por el alto riesgo de incendios de la época) y reducía costes al emplear materiales baratos.
La revelación de que los edificios tenían vida como la de sus creadores le llevo a pensar que igual que las personas los edificios debían tener integridad, ser auténticas, coherentes y fieles a su razón de ser.
Sin embargo, todo el éxito que acabó consiguiendo en su vida, no sólo en numerosos edificios emblemáticos de la ciudad de Nueva York (Grand Central Terminal, el Great Hall de Ellis Island, catedral de San Juan el Divino, Carnegie Hall, Museo Americano de Historia Natural..etc.) sino también en otras ciudades (Biblioteca Pública de Boston, por ej.), contrastaba con una vida personal caótica y desordenada que le hacía ser un desastre tanto con los negocios que emprendía, como con su vida personal; fue un mujeriego empedernido y la relación con las mujeres de su vida, condicionó su vida y la de su hijo, que desprovisto de una familia al uso, creció sin un entorno equilibrado.
Entró en contacto con Stanford White, conocido arquitecto neoyorquino, que fue uno de los primeros que creyó en sus sistema. A José Francisco Navarro, empresario vasco e introductor del novedoso Cemento Portland, parte fundamental del.sistema de construcción de Guastavino.
Desgraciadamente, el reconocimiento de su importancia para la arquitectura estadounidense le llegó muy tardíamente (sus primeras citas en libros de arquitectura son de los años 1970), gracias al movimiento por la conservación de los edificios emblemáticos del pasado de Nueva York que se estaban derribando o corrían peligro. Aquí en España sigue siendo una figura desconocida para el gran públicoo
He disfrutado mucho el libro, y no sólo como arquitecto, sino que me he sentido muy orgullosa como española, al conocer la otra cara de este gran arquitecto que supo triunfar cuando lo tenía todo en contra.
Como decía Guastavino, a este plano no le sobra ni una línea. Pues eso. El arte nos acerca a la eternidad, y Guastavino lo hizo a través de su arquitectura.
Si queréis ampliar información sobre este apasionante arquitecto, y ver algunas de sus obras, os recomiendo este libro, Las bóvedas de Guastavino, de John Ochsendorf.
Muchas gracias a Casa del Libro por el ejemplar. Lo podéis comprar online en su web, es comodísimo. Tenéis un 5% de descuento. Hacerse socio es gratuito, y tiene un montón de ventajas. ¡A mí el libro me llegó al día siguiente de pedirlo! Que viva la eficacia y la rapidez ;)
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Alto libro, gracias por compartir :)
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