Ilaria Tuti
"Flores sobre el infierno" convirtió a Ilari Tuti (Friuli, Italia 1974) en la reina indiscutible del thriller italiano en 2018 y en una de las revelaciones a nivel mundial, confirmada por su continuación "Ninfa Dormiente" publicada en Mayo de este año.
La novela, publicada por Negra Alfaguara, es un thriller adictivo, que te mantiene en vilo hasta la última de sus más de 300 páginas, gracias a una estructura muy bien construida y que tiene todos los elementos básicos del género: un dueto policial con dos personajes antagónicos pero que se acaban cogiendo afecto, niños en peligro, la nieve, y secretos inconfesables de una población algo hermética, enmarcada en una paisaje de montaña agreste que se convierte en uno más de los protagonistas.
Entre el bosque y los acantilados, se oculta algo aterrador. El cadáver de un hombre desnudo con los ojos arrancados y la cara desfigurada se convierte en el punto de partida. Además, se suma la desaparición de un niño recién nacido.
La Comisaria de policía Teresa Battaglia, experta en perfiles criminales, será la encargada del caso. Una mujer acostumbrada hacer uso de la mente, su mejor arma. Últimamente parece que está perdiendo facultades, y eso hace que por primera vez en toda su vida, sienta verdadero miedo.
Junto al inspector Massimo Marini, tendrá que lidiar con los acontecimientos más escabrosos y oscuros pertenecientes a este pequeño lugar al pie de las montañas. Un infierno debajo de las flores, que sigue latiendo.
No puedes dejarte de enamorarte del personaje de la Comisaria Battaglia, ya de cierta edad y con un carácter gruñón, diabética e imprevisible. Tiene su encanto porque no deja de ser arrolladora, pero con un carisma que camufla miedos e inseguridades, haciéndola descender al nivel del común de los mortales. A su lado, el inspector recién llegado, Massimo Marini, hace lo que puede. Que no es poco.
Me ha parecido muy entretenida y destacaría un ingrediente de la novela que me ha llamado la atención. La autora nos plantea la reflexión acerca de si los asesinos son así, o si han llegado a convertirse en ellos debido a traumas, abusos o falta de afecto en la infancia.
¿Son culpables o son víctimas? ¿Un asesino nace o se hace?
Entre el bosque y los acantilados, se oculta algo aterrador. El cadáver de un hombre desnudo con los ojos arrancados y la cara desfigurada se convierte en el punto de partida. Además, se suma la desaparición de un niño recién nacido.
La Comisaria de policía Teresa Battaglia, experta en perfiles criminales, será la encargada del caso. Una mujer acostumbrada hacer uso de la mente, su mejor arma. Últimamente parece que está perdiendo facultades, y eso hace que por primera vez en toda su vida, sienta verdadero miedo.
Junto al inspector Massimo Marini, tendrá que lidiar con los acontecimientos más escabrosos y oscuros pertenecientes a este pequeño lugar al pie de las montañas. Un infierno debajo de las flores, que sigue latiendo.
No puedes dejarte de enamorarte del personaje de la Comisaria Battaglia, ya de cierta edad y con un carácter gruñón, diabética e imprevisible. Tiene su encanto porque no deja de ser arrolladora, pero con un carisma que camufla miedos e inseguridades, haciéndola descender al nivel del común de los mortales. A su lado, el inspector recién llegado, Massimo Marini, hace lo que puede. Que no es poco.
Me ha parecido muy entretenida y destacaría un ingrediente de la novela que me ha llamado la atención. La autora nos plantea la reflexión acerca de si los asesinos son así, o si han llegado a convertirse en ellos debido a traumas, abusos o falta de afecto en la infancia.
¿Son culpables o son víctimas? ¿Un asesino nace o se hace?
Muchas gracias a @CasadelLibro por el ejemplar, lo he disfrutado y devorado en cada una de sus páginas.
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